«El siguiente paso (en la ZPR) es Porto Cristo, lo tenemos clarísimo. Lo que pasa es que si Manacor es complicado, Porto Cristo es un triple mortal hacia atrás con tirabuzón y cayendo haciendo el pino«.
En el pleno ordinario del Ayuntamiento de Manacor celebrado en julio se presentó una moción sobre la llamada ZPR (Zona de Prioridad para Residentes) implantada en la ciudad de Manacor.
Durante el debate de dicha moción sobre la ZPR, ZPR que sentencia a muerte al pequeño comercio incluído en dicha zona y que además condena a la degradación definitiva a un centro que ya actualmente se encuentra en pésimo estado, se produjeron diversas intervenciones.
En una de las intervenciones Sebastián Llodrá, responsable de Movilidad y Medio Ambiente e ideólogo y ejecutor de la ZPR, afirmaba textualmente lo siguiente:
«El siguiente paso es Porto Cristo, lo tenemos clarísimo. Lo que pasa es que si Manacor es complicado, Porto Cristo es un triple mortal hacia atrás con tirabuzón y cayendo haciendo el pino«.
«Por eso será necesario reuniones, encuentros, zapatazos y opiniones. Y, evidentemente, en Porto Cristo no se hará nada sin el soporte y sin llegar a consensos dentro de órganos de representación como puedan ser la delegación de Porto Cristo, como la Junta de Distrito como también el pleno del Ayuntamiento».
Sin embargo el 17 de diciembre del año pasado el Alcalde de Manacor, Miquel Oliver, acompañado por su segundo teniente de alcalde y un mando de la policía local nos sorprendía a todos los «manacorins» con el anuncio, mediante una nota de prensa, del cierre de la calle Joan Lliteras mediante una verja metálica (fotografía que ilustra este artículo).
No habían pasado ni 3 meses y, también por sorpresa, el Alcalde y su segundo teniente de alcalde anunciaban el 2 de marzo la creación de la ZPR y su entrada en vigor el día 15 de ese mismo mes. Circunstancia que aprovecharon para anular el cierre de la calle Joan Lliteras y, por tanto, volver a abrir dicha calle al tránsito de vehículos.
¡Es lo que pasa cuando se hacen las cosas sin consultar ni a la almohada y en función de con que pie te levantes ese día!.