Las calles y las aceras de Manacor son un auténtico caos para conductores y peatones pero a pesar de ello la Policía Local brilla por su ausencia.
Si algo pide el ciudadano de a pie a sus políticos es que no creen un problema dónde antes no lo había. Algo tan lógico y al mismo tiempo tan sencillo de entender parece ser que nuestro alcalde Miguel Oliver y su delegado de Movilidad, Sebastián Llodrá, no lo entienden.
Sólo así se explica que a principios de marzo (hace ya más de 6 meses) se sacasen de la chistera, y sin que nadie se lo hubiése pedido, ese bodrio al que bautizaron como la ZPR (Zona prioritaria para residentes), que nadie les había pedido y que la mayoría de manacorins rechazan.
Manacor tiene una escasez endémica de aparcamientos y estos lumbreras que cobran por gobernar, en vez de crear aparcamientos como prometían en su programa electoral, no tuvieron mejor idea que hacer todo lo contrario: restringir el acceso aún más al centro y además eliminar aparcamientos.
Un centro que ya estaba moribundo y a cuyos residentes y comerciantes dan la puntilla final con esta brillante idea. Idea que parece que ni ellos mismos tienen para nada claro ya que, por poner un ejemplo, en diciembre cerraron el acceso al carrer ciutat (C/Joan lliteras) y en Marzo lo volvieron a abrir con la excusa de poner en marcha la ZPR.
En todo caso si quieren poner algo en marcha que lo hagan hasta sus últimas consecuencias y envíen a la policía local a controlarlo. Y ya de paso, a ver si el alcalde (máximo responsable de la policía local ya que, al contrario que lo que hicieron todos sus antecesores, no ha nombrado ningún delegado para la policía) les ordena que actúen en consecuencia y sancionen las infracciones que se producen a centenares diariamente.
A continuación una serie de fotografías tomadas hoy mismo para ilustrar la realidad que los ciudadanos (conductores y peatones) padecemos diariamente pero que los políticos que cobran por dirigir el Ayuntamiento parecen desconocer: