El duelo es la respuesta emotiva a la pérdida de alguien, o de algo, a lo que estábamos muy vinculados.
El duelo, del latín “dolus” (dolor), es la respuesta emotiva a la pérdida de alguien, o de algo, a lo que estábamos muy vinculados. Aunque una pérdida nunca se olvida, de lo que se trata es de recordar sin que te duela y que ésta no nos impida seguir adelante.
Esta pérdida puede ser tanto física (de un ser querido que muere, de una incapacidad física a partir de un accidente, de una enfermedad terminal…), emocional (pérdida de la autoestima, de los valores, de esperanzas), o de un objeto o relación (divorcio, separación, cambio de domicilio o país de residencia, pérdida de un trabajo en el que hacía muchos años que estábamos…), perdida de una buena mistad…
Las cinco fases del duelo
La psiquiatra Elisabeth Klüber-Ross estableció por primera vez en su libro “On death and dying” publicaod en 1968, las cinco fases por las que pasa un duelo. Un modelo psicológico que es muy aceptado desde entonces y que serían las siguientes:
1ª fase: Negación
Nada más producirse la pérdida, podemos entrar en estado de choque, de no saber qué está pasando ni por qué, de no saber como actuar o reaccionar. Pensamos que no nos ha pasado a nosotros, que no es real, o le quitamos importancia al asunto.
2ª fase: Ira
Una vez nos hemos dado cuenta de que es cierto, nos llega el enfado con los demás o con nosotros mismos, aparece la frustración. Es necesario encontrar un motivo, algo que nos alivie para entender por qué ha pasado.
3ª fase: Negociación
Aquí es cuando pensamos que podemos solucionarlo, ya seca con cambios de actitud, buscando información al respecto…
4ª fase: Depresión
Se empieza a asumir la situación, entrando la tristeza, el aislamiento…
5ª fase: Aceptación
La última fase es cuando comienza a llegar la calma, empezamos a controlar nuestros sentimientos y entendemos que es algo natural y que puede ocurrir, que forma parte de la vida.
Conclusión
No todas las personas pasan necesariamente por todas estas etapas, o por lo menos no son conscientes de ellas. También puede variar el tiempo de duración de cada una e incluso se puede alterar el orden, ya que dependerá siempre de cómo sea cada uno y de cómo quiera o pueda enfretarse a su propio duelo.
Según los expertos el duelo, de forma general, dura entre uno y dos años. Si éste se hace crónico, o no podemos superarlo, lo más recomendable eas que nos pagamos en mano de un profesional en la materia para que pueda ayudarnos a superarlo lo antes posible y poder seguir adelante con nuestra vida.