En su primer fin de semana, ha recaudado 3.400.000 euros en los cines, convirtiéndose ya en el mejor estreno de 2022 en España.
Finalmente, llega a las salas de cine el último y esperado ‘The Batman’ de Matt Reeves después de haberse cancelado su estreno previsto el pasado año.
‘The Batman’ enseña sus cartas en una primera secuencia en la que el alcalde de Gotham es asesinado por un loco, delante de su hijo, durante las celebraciones de Halloween.
El misterioso y sádico asesino deja una serie de pistas y criptogramas como en los relatos de psicópatas más locos y peligrosos.
Formato policíaco
Se establece así un formato policíaco de tono marcadamente perverso y perturbador entre asesino en serie y policía que convoca expresamente al héroe nocturno y justiciero Batman (Robert Pattison).
Batman actúa de aliado de la policía contra el crimen en Gotham y se implica en las investigaciones. Es interpelado repetidamente también por el criminal con mensajes crípticos personalizados.
Este enigmático y demente psycho killer, Edward Nashton/Riddler, esconde tras su rostro completamente vendaje, como si de la figura del hombre invisible se tratara, al actor Paul Dano.
El juego del gato y el ratón
En este juego del gato y el ratón, paso a paso, emergen datos que ponen de manifiesto el lado oscuro del alcalde y sus conexiones con los bajos fondos y la criminalidad de la ciudad después de que desaparezca su ‘chica de compañía’ .
Tenemos clubs nocturnos y clanes mafiosos con personajes tan siniestros y violentos como Oswald ‘Oz’ Cobblepot, el Pingüino (Colin Farrell).
En este laberinto cada vez más enrevesado, Batman acaba congeniando con Selina Kyle (Zoë Kravitz), la futura Catwoman, aquí la compañera de piso de la chica secuestrada que también quiere esclarecer los hechos.
Una película claustrofóbica y espesa
Una película claustrofóbica y espesa con un héroe justiciero atrapado en el corazón de las tinieblas de un Gotham convertido en un círculo vicioso de corrupción, monstruos humanos y podredumbre sin fin y sin remedio.
En este perverso y perturbador duelo, Batman/Bruce Wayne acaba tragado también en el infierno de vergüenza que quiere combatir con revelaciones sobre su propia familia.
Tenemos una superproducción carente de espectacularidad, de grandiosidad o de escenas de acción abracadabrante en favor de un enfoque que privilegia la fisicidad extrema, con planos cerrados, espacios cerrados y trifulcas a golpes en la negra noche.
El antihéroe
Batman es un personaje que vive abrumado por los acontecimientos, angustiado por todo ello, superado por lo que vendrá, más bien la figura de un antihéroe.
Nos encontramos también un héroe prácticamente sin poderes de superhéroe, desprovisto de gadgets y parafernalia diversa, al que parecen haber cortado las alas. Desmejorado y demacrado a la luz del día por su duro trabajo noctámbulo.
La estética de una atmósfera lluviosa, oscura, podrida, nihilista y crepuscular, aplicada por Matt Reeves, nos evoca, sobre todo, el formato de thriller de ‘Seven’ (1995, David Fincher).