Ante los incívicos no hay que tener ningún tipo de contemplaciones y el Ayuntamiento tiene el deber, y la obligación, de actuar contundentemente.
El 3 de enero publicábamos una noticia titulada «Ahora que Més-ERC gobierna Manacor las «mierdas de perro» ya no les importan» y en la que, resumiendo, informábamos que Manacor sigue igual, o peor, que cuando los que ahora gobiernan estaban en la oposición.
El collage que utilizábamos, y volvemos a utilizar, como portada dejaba en evidencia al actual equipo de gobierno ya que cuando ellos estaban en la oposición, y más concretamente en septiembre de 2017 (hace casi 5 años), ese problema ya existía.
Se quejaban por aquel entonces que no se había abierto ningún expediente en 2015 ni en 2016 por incumplimiento de la ordenanza municipal de tenencia de animales y que ni en todo el año 2016 ni en todo lo que se llevaba de 2017 tampoco se había puesto ninguna multa a propietarios de perros por no recoger las mierdas de los mismos.
Multas en 2019, 2020, 2021 y 2022
Ayer, finalmente el alcalde respondía a la pregunta que le hacíamos en el pleno de enero. Queríamos pensar que el retraso en la respuesta era debido a la ingente cantidad de multas que se habían puesto, pero nos equivocábamos.
El número de multas que el Ayuntamiento de Manacor ha puesto desde 2019 hasta hoy son las siguientes:
–Año 2019: 1 multa (el 31 de octubre)
–Año 2020: 4 multas ( una el 15 de abril, dos el 22 de abril y una el 6 de julio)
–Año 2021: 0 multas
–Año 2022: 0 multas
Desde este digital tenemos meridiamente claro que, ante los guarros y los incívicos, hay que tener tolerancia cero y lo único que cabe hacer es actuar de forma enérgica y contundente.
El Ayuntamiento de Manacor tiene el deber, y la obligación, de actuar en consecuencia. Están muy bien las campañas informativas pero, en vista de lo poco que funcionan, hay que pasar a la siguiente fase.
No queda otra que actuar con dureza y, además, dar publicidad a las sanciones para que sirvan como advertencia de lo que les espera a todos aquellos que no respetan las más elementales normas de convivencia.