Se trata de un plato fácil de elaborar que no requiere ingredientes sofisticados y que se consumía tradicionalmente en Semana Santa.

Ésta es sin lugar a dudas, una de las recetas más típicas de la cocina catalana. El bacalao ha estado muy presente en las mesas catalanas desde que los vascos lo trajeron de las aguas frías del Atlántico.

Es un legado de los tiempos en que el pescado había de curarse para que pudiera resistir el prolongado transporte desde las zonas de pesca hasta los mercados.

La llauna es una lata de hojalata que utilizaban los arrieros o campesinos para poder calentar este plato y mantener el jugo, evitando así que quedara seco. Si no la tenemos, puede realizarse perfectamente en cualquier recipiente apto para el horno.

Es un plato que tradicionalmente se incluye dentro de las recetas de Semana Santa.  De hecho, durante mucho tiempo fue considerada una comida poco refinada, que se consumía en los días de abstinencia.

Sus ingredientes (para 4 personas) son:

  • 1kg de bacalao desalado. Si se compra salado, será necesario dejarlo durante 48 horas en agua fría para que suelte toda la sal, renovando el agua cada 8 horas aproximadamente.
  • 3 dientes de ajo
  • perejil picado
  • 1 cucharada de pimentón
  • harina para rebozar
  • vaso de vino blanco
  • 500 g de judías blancas (que podremos dejar la noche anterior en remojo).
  • aceite de oliva virgen

Preparación:

Rebozaremos el bacalao en harina y lo freiremos ligeramente por ambas caras. Escurrir bien el aceite y retirar.

En la misma sartén, freiremos los dientes de ajo y cuando estén dorados, añadiremos la pimienta removiendo para que no se queme.

A continuación añadiremos el perejil y el vino y lo dejaremos cocer hasta que se evapore el vino.

Colocaremos el bacalao con las judías en un recipiente apto para el horno y cubriremos por encima con la salsa resultante en el paso anterior.

Introduciremos en el horno a unos 180 grados durante unos 7-8 minutos.