El vicepresidente y consejero de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, ha presentado este lunes en el Auditórium Sa Màniga el proyecto LIFE AdaptCalaMillor.
El proyecto dará comienzo el próximo 1 de enero de 2023 y tendrá una duración de 5 años.
Se trata de un proyecto de gobernanza para impulsar la adaptación al cambio climático a largo plazo del sistema de playas y el área urbana de la bahía de Cala Millor con el objetivo de aumentar la resiliencia de las infraestructuras, los servicios ecosistémicos y la socioeconomía ante los efectos del cambio climático.
El proyecto está enmarcado en el programa europeo LIFE, uno de los instrumentos financieros de la Unión Europea con mayor dotación presupuestaria (280 millones de euros) para proyectos de medioambiente, naturaleza y acción por el clima.
Este proyecto ha sido promovido y liderado por la Dirección General de Energía y Cambio Climático, y en coordinación con el Sistema de Observación y Predicción Costero de las Illes Balears (SOCIB); el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA); la Universidad de las Illes Balears (UIB); el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria); la Universidad de Cantabria (UC); el Consorcio de Turismo de Son Servera i Sant Llorenç; la Asociación Hotelera de Cala Millor-Sa Coma; la Fundación Conama, y el laboratorio de paisajes LANDLAB.
LIFE AdaptCalaMillor dispone de un presupuesto total de 2.294.047 euros, de los cuales 1.376.424 serán cofinanciados por el programa LIFE. Por otro lado, el Govern, a través de la Dirección General de Energía y Cambio Climático, ejecutará un total de 419.694 euros para desarrollar las funciones de coordinación y liderazgo de los ámbitos de trabajo relacionados con la gestión del proyecto y la explotación de los resultados.
El proyecto
LIFE AdaptCalaMillor validará nuevas metodologías basadas en la ciencia y esquemas participativos y de gobernanza, como son la implicación de la ciudadanía en la toma de decisiones sobre planificación y gestión costera, que aumenten la resiliencia de las playas urbanas.
Así, la aplicación en Cala Millor dará lugar a la definición de un proyecto de adaptación a largo plazo basado en la comprensión y el acuerdo de un amplio abanico de actores que comparten intereses y competencias en esta bahía. Su implantación minimizará los efectos físicos, ambientales y socioeconómicos previstos para este tramo de la costa de Mallorca.
Medidas
Los proyectos de adaptación a largo plazo deben incluir como alternativas «soluciones verdes» y necesitan un enfoque multidisciplinar integrado con una base científica sólida para contar con una resolución importante a escala local, y construir así el proceso de toma de decisiones sobre predicciones sólidas.
En el ámbito geográfico ―que alcanza 1,5 km2 de la playa micromareal de bahía semicerrada, un perímetro de 5 km y una anchura de 1,5 km desde la línea de la costa hasta aproximadamente 20 m de profundidad―, se elaborarán mapas de peligros, vulnerabilidades y riesgos para las dimensiones físicas, ambientales y socioeconómicas relacionadas con los escenarios para las escalas a medio y largo plazo de 2030 y 2050.
A continuación, siguiendo una metodología multidisciplinar integrada ad hoc, se combinarán y evaluarán impactos y riesgos asociados para la elaboración de mapas multirriesgo que servirán para decidir sobre estrategias de adaptación integradas a nivel local. Esta metodología incluirá medidas urbanas, legislativas, socioeconómicas, físicas y ambientales compatibles entre sí. Por último, se redactará un plan conceptual y de anteproyecto de urbanización del litoral de Cala Millor para una superficie total de 85.795,4 m2.
Este proceso de definición de estrategias de adaptación y proyectos específicos de desarrollo será el resultado de un proceso progresivo participativo y multigobierno que se llevará a cabo durante todo el proyecto.
Previsión del impacto
Cabe señalar que los impactos del cambio climático en el litoral de las Illes Balears a partir de proyecciones para 2050 y 2100 apuntan a la pérdida de playas y a la afectación de edificaciones e infraestructuras. Concretamente, en Cala Millor, como en muchos lugares costeros del archipiélago balear y en otras regiones mediterráneas, esto afectará al turismo, principal actividad económica, puesto que sus servicios se sitúan en primera línea de costa en destinos típicos de «sol y playa».
Según el proyecto PIMA ADAPTA COSTAS, la playa urbana de Cala Millor se vería afectada por una pérdida de playa seca de entre un 33 y un 66 % en 2100, ambos escenarios considerando las condiciones climáticas menos favorables. El proceso de erosión sería para cualquier acontecimiento irreversible, dado que el fondo de la playa está limitado por el paseo marítimo y tanto la fisiografía como los usos humanos imposibilitan su retroceso.
En cuanto a la socioeconomía, alrededor del 74 % de los habitantes de Cala Millor trabajan en el sector servicios y el resto lo hace en el sector de la construcción, muy relacionado con el turismo. Al final de la temporada de verano, las ganancias pueden alcanzar los 75 millones de euros sólo en esta ubicación.
Por estos motivos, los impactos socioeconómicos de los efectos del cambio climático en los municipios de Sant Llorenç des Cardassar y Son Servera serán críticos. Ambos municipios se verán afectados por la pérdida de los beneficios ecosistémicos recreativos que ofrece la playa. Todos los escenarios climáticos y escalas temporales, incluido el actual, presentan pérdidas, con un impacto importante en Sant Llorenç des Cardassar.
En este municipio, la pérdida variaría entre los 16 millones de euros en el escenario actual y los 136,3 millones para la situación más adversa. Para Son Servera, las pérdidas pasan de los 5,4 millones de euros en el escenario actual, a los 26,7 millones en condiciones adversas según estimaciones para el 2100.
Por último, cabe destacar que esta propuesta pretende incorporar a las autoridades competentes nacionales, regionales y locales de la zona costera para ser informadas y formadas sobre riesgos basados en la ciencia y soluciones integradas de adaptación para Cala Millor. El grupo de trabajo conformado durante el proyecto será la herramienta principal para articular la gobernanza, puesto que aglutinará, al menos, a 16 administraciones públicas que comparten competencias en el ámbito litoral, como son la Oficina Española de Cambio Climático y Dirección General de Costa y Mar; las direcciones generales de la Administración autonómica de Energía y Cambio Climático, Espacios Naturales y Biodiversidad, Recursos Hídricos, Territorio y Paisaje, Pesca y Medio Marino, Trabajo, Economía y Salud, Turismo, Transporte Marítimo, y Puertos; los departamentos del Consell de Mallorca de Urbanismo y Territorio, Sostenibilidad y Medio Ambiente y Turismo, y el Consorcio de Turismo de Son Servera y Sant Llorenç. El proceso de gobierno también incluirá al sector privado, que estará representado principalmente por la Asociación Hotelera de Cala Millor-Sa Coma.