El informe demoscópico de la Fundación Gadeso sobre inmigración correspondiente a noviembre arroja datos esclarecedores sobre la percepción de la inmigración, tanto legal como ilegal, entre los habitantes de Baleares.
Cabe recordar que el presidente de dicha Fundación es el histórico socialista Antoni Tarabini, nada sospechoso de ser racista, y que el informe recoge las respuestas de 600 personas que han sido encuestadas, sin duda un amplio muestreo.
El 58% de los ciudadanos considera que la inmigración irregular es un problema grave, y el 33% que, aún no siendo grave, es un problema. Por contra solamente un reducido 6% opina que no es un problema.
El 72% de los encuestados opina que la inmigración irregular genera problemas como inseguridad, delincuencia, y saturación de los servicios públicos. Consideran que la mejor solución para solventar el problema es la expulsión inmediata del país.
Sobre la postura de los gobernantes europeos, el 64% cree que la Unión Europea está siendo demasiado permisiva en las políticas de inmigración ilegal, mientras que el 71% opinan que no se les puede acoger.
Los encuestados proponen mayoritariamente el cierre de fronteras y una ley comunitaria más restrictiva.