El Museo Digital Kairoi Art inaugura hoy, viernes 28 de abril, la exposición digital con el título «PASCUAL DE CABO: ANTOLOGÍA DEL PAISAJE».
De esta manera el museo digital quiere rendir homenaje a la trayectoria artística, en Mallorca y fuera de Mallorca, de este gran maestro de la pintura de las Islas Baleares y medalla de Oro de la ciudad de Palma.
Se puede acceder a la exposición directamente a través del siguiente enlace: https://www.kairoi-art.es/exposiciones-cast/
Reseña del periodista, y crítico de arte, Xisco Barceló
Karoi Art Digital Museum rinde reconocimiento a la figura del artista alicantino Pascual de Cabo. Una antológica de la larga etapa que este creador ha dedicado a los paisajes de Mallorca trabajados principalmente al óleo, incluyendo también en esta exposición algunos dibujos que recuerdan la infancia de sus hijos, realizados con la técnica del grafito y carboncillo.
Pascual de Cabo es un hombre que mira atrás con calma, sin arrepentirse de nada de lo que ha vivido, con el corazón ilusionado por cuánto le queda por vivir y por la cantidad de proyectos que transitan por su mente.

Su lenguaje corporal transmite una actitud positiva. Yo nunca he visto alterado su estado de ánimo y supongo que esto es cuestión de experiencia y sabiduría. Y es que, de Cabo es experto y sabio cuando pinta y lo mismo ocurre cuando rescata y profundiza sobre algún capítulo que versa sobre la historia del arte.
Ha sabido rodearse de maestros por los que siendo una enorme admiración, Andrés García Ibáñez o Antonio López son dos seres que a su juicio han influido en sus planteamientos pictóricos.

La pintura paisajista de Pascual de Cabo parte de mediados de los 60 hasta principios del 2000. Son más de cuarenta años en los que ha trabajado el paisaje, sobre todo mallorquín, con algunas incursiones en el paisaje de Andalucía, tierra que siempre le atrajo y es precisamente en Sevilla donde fijó hace unos años su residencia.
Su inusitada soltura y tenacidad hacen que sea un creador hábil, con una agilidad sorprendente para finalizar una pieza. Al mismo tiempo que se desenvuelve en técnicas realistas, naturalistas, idealistas, surge una lluvia espontánea de sus pinceles y los colores expresan y difunden la emotividad del artista. En este género pictórico orientado al paisaje de Mallorca, ha representado numerosas escenas del Mediterráneo y de La Serra de Tramuntana y en sus composiciones se advierte una atmósfera poética que abunda en su trayectoria. Su identificación con los paisajes mallorquines hace percibir al espectador la generosa naturalidad con la que éste resuelve los lienzos.

La forma de expresar su visión de los parajes va más allá de la intervención en una tela. El artista se adentra en el fragmento que describirá como un elemento más. Penetra en la etimología de las raíces, de las ramas, de los tallos, de los nenúfares, de los pétalos y desde su interior se eleva hacia la cosmología, y se expande hacia las montañas y panorámicas de edificios que conforman las ciudades.
Pascual dice que el artista debe ser ingenioso y que debe frotarle una varita mágica que le impregne de locura. Una vez, me confesó que cuando pinta se siente como un lince, libre a mitad de la naturaleza, solo, y con ganas de pintar y que si venden otras vidas repetiría lo mismo, pintar y volver a pintar.
Partió de la figuración, pasó por el expresionismo, el impresionismo, a veces desprende aromas del fauvismo, se adentró en la abstracción. La acuarela, el óleo, el acrílico, el dibujo al lápiz, el pastel, la tinta, la obra gráfica, conoce a la perfección la variedad de métodos y en todos y cada uno afina con su destreza.

Nace en Alicante en 1952, de muy jovencito en la escuela ya obtuvo varios premios de dibujo. A los catorce años su madre le pone a trabajar como mecánico y cuando termina su horario laboral se dedica al dibujo y descubre que la gente se interesa y se lo compra. Durante su adolescencia empezó a viajar, viviendo en París, en Nueva York, en Múnich, en El Salvador, en Sudamérica viajando de punta a punta. Confiesa que le cautivan ciudades como Roma y Venecia y que le maravilló su visita a Japón. Recuerda la época de juventud que vivió en el barrio de Sa Calatrava de Palma, con Xam Horacio Sapere, su eterno amigo Luis Maraver, Pedro Daudero, Tarrassó, Xim Torrents, Antonia Dulce. Entre sus premios y reconocimientos siempre nombra el agradecimiento por recibir del Ayuntamiento de Palma en 2015 el Premio Medalla de Oro de la ciudad. Ama la pintura del americano Edward Hooper. Su obra ha paseado por los cinco continentes, se ha expuesto en galerías, museos, espacios institucionales y coleccionistas de todo el mundo, poseen alguna de sus piezas.

En la actualidad reside en Pobla del Riu, Sevilla, aunque sigue visitando Mallorca y por motivos profesionales viaja a Tánger, Marruecos. Allí dispone de un estudio-taller, desde el que proyecta la promoción de sus obras en los países africanos y asiáticos.
Enhorabuena por este merecido homenaje de Karoi Art – Museo Digital de Pintura de las Islas Baleares, en la figura perenne de Pascual de Cabo.
Xisco Barceló
Periodista y Crítico de Arte.