Este año, por primera vez, ‘El Mesías de los Cantaires’ se interpretará en el Convento de Manacor, día 23 de diciembre a las 20.30 h. Conforman el proyecto Ars Antiqua, el Orfeó Ramon Llull y Musicantes de Mallorca, a los que se unirán cantores individuales que han estado ensayando durante el otoño.

Es un proyecto comunitario y participativo al que se añadirán también tres coros del Levante: la Coral de Son Servera, el Orfeó Artanenc y la Coral de Felanitx. En total, 220 cantores dirigidos por Fernando Marina y acompañados por la Orquesta 1830, con Ramon Andreu de concertino.

Los Mesías participativos se llevan a cabo en muchas ciudades europeas durante las fiestas de Navidad, y este año Manacor también será parte.

Los solistas mallorquines Irene Mas, soprano; Mar Campo, contralto; Antoni Aragón, tenor y Joan Miquel Muñoz, barítono, todos ellos de extenso currículum internacional, interpretarán a las partes solistas.

Las entradas son gratuitas y pueden adquirirse a partir de hoy, lunes 11 de diciembre, en https://enviumanacor.com/esdeveniments/el-messies-de-handel

El Mesías de los Cantaires

El Mesías de Händel es una obra única y universal como pocas. Es única por su singularidad en el marco de la producción musical händeliana, pero también por otras razones.

A diferencia del resto de oratorios, el libreto no sigue un argumento ni desarrolla unos personajes ni unas situaciones, sino que está formado por una recopilación de textos bíblicos que, estructurados en tres partes, aluden al anuncio de la venida del Mesías y al nacimiento de Jesús; a su pasión, muerte y resurrección, ya la acción de gracias por la redención.

Más que una narración, se trata de un conjunto de reflexiones sobre la relación que, a lo largo de los tiempos, ha mantenido al hombre con Dios. Pese a la carencia de un hilo narrativo, el tratamiento musical de Händel le confiere una tensión dramática extraordinaria y digna.

El Mesías de Händel es una obra emblemática y una de las más interpretadas en la historia de la música occidental desde su estreno en Dublín, en 1742 y una de las pocas obras que, desde su creación, se han interpretado año tras año de forma ininterrumpida. Es un oratorio lleno de contrastes, que alterna momentos de gran recogimiento y ternura con el dolor más profundo o la exaltación más gozosa y triunfal.

También para el compositor, El Mesías era una obra singular que, de alguna forma, consideraba fruto de la inspiración divina, nacida de una emoción religiosa reencontrada tras sufrir una grave enfermedad. Seguramente por eso, nunca quiso aceptar los ingresos derivados de sus interpretaciones y, ya desde su estreno, dio las recaudaciones que generaba a colectivos e instituciones de beneficencia.

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