El Teatro Principal de Palma acogerá el próximo miércoles 20 de marzo, a las 20 horas, el espectáculo de danza contemporánea Los perros, un montaje de la compañía navarra Led Silhouette.  Este espectáculo, que cuenta con la coreografía del director de la compañía La Veronal, Marcos Morau, se estrenó en 2022 y desde entonces ha girado por los principales teatros y salas dedicadas la danza contemporánea de España.

Los perros es un viaje por diferentes etapas vitales, un diálogo entre tres generaciones y un torrente de emociones, en palabras de los bailarines Martxel Rodríguez y Jon López que aseguran que éste es el el montaje más “íntimo y visceral” de la compañía de danza.

Los perros también representa un diálogo entre tres generaciones: “Somos dos en escena, pero salen más personajes: dos ancianos y dos niños”, apunta Jon López. Pasado, presente y futuro se entrelazan a través de estas tres parejas, hasta el punto de hacer convivir los tres tiempos a la vez: “Estos seis personajes tienen la oportunidad de comunicarse y de explicarse qué es lo que han hecho y qué les queda por hacer”, precisa el codirector de Led Silhouette.

Los perros habla del proceso de “deshumanización y aislamiento” que afecta a los nacidos en la era digital, quienes se debaten entre la rebelión y la docilidad

A nivel coreográfico, la pareja de intérpretes juega con el concepto de “multicuerpo”, una forma de compartir movimientos entrelazando las extremidades, hasta el punto de no saber a qué interprete pertenece una u otra pierna o brazo.

En el desarrollo de la coreografía ha jugado un papel decisivo la figura de Marcos Morau, director de La Veronal, y uno de los profesionales de la danza contemporánea más prestigiosos de Europa. Pero la influencia de La Veronal no se ha limitada al trabajo de Morau, dado que la música ha sido compuesta por Cristóbal Saavedra, también colaborador habitual de La Veronal.

Martxel Rodríguez explica que la estética del montaje abarca desde la plástica contemporánea hasta la forma atávica, algo que también se ha querido destacar a través de la banda sonora: “La música ayuda a conseguir esas reminiscencias atávicas y ancestrales. Se escuchan tambores, latidos de corazón, cencerros, voces, campanas y canciones de base tradicional y folclórica, algo que a Marcos Morau también le gusta mucho. Es algo que está muy presente en uno de sus últimos montajes, Sonoma”.

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