Ayer, por la tarde, un coche conducido por un marroquí de 20 años de edad y con varios ocupantes en su interior, se estrellaba contra una casa ubicada en la urbanización colindante con el Parque Municipal de Manacor.

El suceso ocurría por la tarde, sobre las 17:30 horas, y por una mera cuestión de suerte no hay que lamentar daños personales ya que en esos momentos ningún ocupante de la casa se disponia a entrar o salir de la misma, ni ningún ciudadano pasaba por la acera.

Como se puede ver en las fotografías el vehículo acabó empotrado contra la verja de entrada a la casa y, los ocupantes del vehículo, unas 3 personas, no sufrieron heridas pese a lo aparatoso del accidente.

Al lugar acudieron agentes de la Policía Local de Manacor que, tras comprobar que el vehículo disponía del seguro y el resto de la documentación estaba en regla, procedieron a redactar el pertinente atestado.

Según ha podido saber Digital Manacor, testigos presenciales del accidente observaron como al parecer el vehículo circulaba a alta velocidad por la Avda. del Parque y adelantaba a otro vehículo, de tal forma que para no pasarse giró de golpe a la derecha para dirigirse hacia la calle Mn. Joan Mascaró (el «nuevo» desvió que hay hacia la carretera de Son Carrió/Jordi des Recó/Son Negre) y «se comió la casa«, literalmente.

Según esos mismo testigos presenciales, se les comentó lo anterior a los agentes y estos, al parecer, decidieron omitir esa información del parte ya que según ellos no era relevante. Un detalle que parece cuanto menos extraño y sorprendente, ¿no?

Crónica de un accidente anunciado

Junto al Parque municipal de Manacor hay una urbanización y, desde la construcción de la misma hace ya muchísimos años, las calles de la misma tenían el tránsito que se presupone a cualquier urbanización. Es decir, por la misma circulaban casi exclusivamente los vecinos allí residentes.

Sin embargo, parece que uno de los hobbies del alcalde y su equipo de des-gobierno es hacer múltiples cambios circulatorios en Manacor. Cambios que los ciudadanos de Manacor tienen que sufrir, y padecer, a pesar de que la mayoría de las veces esos cambios parecen, a ojos de esos mismos ciudadanos, absurdos e injustificados.

Hace cosa de dos años el alcalde Miquel Oliver, y su equipo de des-gobierno de MÉS-ERC, PSOE y PODEMOS decidieron convertir la calle D’en Jordi des Racó que está ubicada en el lateral del teatro, y que hasta ese momento era de doble sentido, en calle de un único sentido. Prohibiendo la entrada en dirección hacia la carretera de Son Carrió/Son Negre/Jordi des Recó y obligando que todos los vehículos accediesen por la calle Mossèn Joan Mascaró, y siguientes de la urbanización.

Un cambio absurdo, se mire por dónde se mire, pero que supone que todos los vehículos que se dirigen desde Manacor hacia la carretera de Son Carrió/Son Negre/Jordi des Recó hayan de hacer un recorrido extra de unos 300 metros, con todo lo que ello supone de mayor contaminación, mayor gasto de combustible así como mayor peligro para los residentes en la urbanización y mayor ruido. Suerte que el alcalde y los suyos dicen ser ecologistas, ¡por qué si no!

La opinión de Digital Manacor

A Digital Manacor le consta que varios vecinos de la urbanización hace ya tiempo que le han transmitido al alcalde su malestar y preocupación por el cambio realizado, sobretodo en lo referente a su seguridad. Pero este, obviamente ha hecho caso omiso, a dichas advertencias. Por esta vez no hemos tenido que lamentar daños personales pero ha sido por mera cuestión de suerte. Y recuerde, Sr. Alcalde, que la suerte no es eterna.

En fin, a ver si con un poco de suerte la oposición cumple con su deber como tal y le lee la cartilla al alcalde separatista y su equipo de des-gobierno. Los vecinos de la zona en particular, y los ciudadanos de Manacor en general, se lo agradecerán. Incluyendo a todos los que tienen que recorrer 300 metros extras para irse hacia la carretera de Son Carrió/Son Negre/Jordi des Recó gracias al iluminado, o iluminados, de turno.

Un iluminado, o iluminados de turno, que han convertido las calles de lo que hasta hace poco era una urbanización tranquila en una carretera, una carretera en la que no se respetan los límites de velocidad.

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