Parece que el Delegado de Medio Ambiente imita el estilo de los que limpian su casa ocultando la suciedad debajo de la alfombra.
Es una realidad obvia, evidente e incuestionable que puede observar cualquier “manacorí” que se pasee por nuestras calles: el lamentable y pésimo servicio que presta la empresa concesionaria de la recogida de las basuras, a pesar de que jamás en la historia los “manacorins” habíamos pagado tanto por dicho servicio.
Cabe recordar que el pasado 17 de mayo informabamos en este mismo diario digital que “Manacor pagará 1.370.000 € más a la empresa que recoge la basura“.
El principal partido de la oposición en el Ayuntamiento denunciaba el 30 de mayo que “Los contenedores de la conocida ‘Plaça rodona’ y la imagen de desatención son una constante. No hay día que antes de las 19:00 horas la imagen no sea parecida a las que os enseñamos. Son de días diferentes pero no se nota de ninguna manera porque siempre está igual. Es otro punto caliente que los responsables políticos de la limpieza de nuestro municipio parecen ignorar…”
Pues bien, parece que el Alcalde Miguel Oliver, y su lugarteniente Sebastián Llodrá, no han tenido mejor ocurrencia para solucionar el problema que quitar los contenedores de la “Plaça rodona” (Plaça de s’Abeurador) ya que han desaparecido los 11 contenedores que había en dicha plaza.
Actuando de esta manera sucede como con la frase que hemos utilizado para sub-titular este artículo ya que lo único que ha conseguido el alcalde, y su equipo de gobierno, es aparentar que arreglaban el tema pero lo que han hecho es una mera operación de imagen (o estética) al trasladar el problema a un sitio menos visible.
La realidad es que no solo no lo han solucionado sino que además lo han agravado por que ahora, como se puede ver por las imágenes que acompañan estas palabras, parece que la mayor parte de la gente que estaba acostumbrada a depositar la basura, y otros residuos, en los 11 contenedores de la “Plaça rodona” los depositan en los 7 que hay en la cercana bifurcación entre las calles “Dr. Fleming” y “De la Princesa”.
Obviamente si antes 11 contenedores no eran suficientes para albergar en su interior toda la basura, y otros residuos, ¡menos aún cabran en 7 que ya se usaban anteriormente!. Por tanto a todos los usuarios habituales de esos 7 hay que añadir los que usaban los 11.
El resultado era obvio, evidente y más que predecible para cualquiera con un dedo de frente, menos, por lo que se ve, para nuestro alcalde y su lugarteniente.