• Se incautaron más de 8.000 euros, unos 100 gramos de cocaína, unos 900 gramos de hachís y unos 10 gramos de marihuana; así como una báscula de precisión, útiles de preparación y un coche de alta gama
  • El juez decretó el ingreso en prisión de dos de los tres detenidos

Agentes de la Policía Nacional en Manacor detuvieron el pasado día 15 en Porto Cristo a dos hombres y una mujer, de entre 25 y 33 años de edad, como presuntos autores de un delito contra la salud pública.

Los consumidores se desplazaban hasta la localidad de Porto Cristo desde todo el termino municipal de Manacor e incluso desde otros municipios cercanos por la supuesta calidad de la sustancia estupefaciente que vendían. Además los compradores presenciaban la preparación y pesaje de la cocaína, suponiéndose que de esta manera no se adulteraba la misma.

La actividad era tan intensa en el punto de venta que los agentes pudieron recabar multiples indicios e identificar a los presuntos autores que se encargaban de abastecer a los clientes y llevar a cabo las ventas.

Una vez que el juez autorizó la entrada y registro del domicilio, los agentes irrumpieron en el mismo durante la tarde del pasado miércoles, encontrando el punto de venta en pleno apogeo, con tres compradores en el interior, pudiendo detenerles “in fraganti” en el instante de la venta, con la droga y los útiles de preparación encima de la mesa.

Durante el registro se intervinieron más de 8.000 euros, una báscula de precisión, útiles de preparación, cerca de 100 gramos de cocaína, cerca de 900 gramos de hachís, cerca de 10 gramos de marihuana y un coche de alta gama.

Una vez que los agentes de policía pusieron a disposición de la justicia a los tres detenidos, el juez decretó el ingeso en prisión de dos de ellos.

Dos tipos de servicio de ventas

Durante la investigación se pudo averiguar que los detenidos empleaban dos sistemas de venta; la directa en el domicilio, la cual la llevaban a cabo entre tres personas y el sistema “coca car”, el cual era un servicio más personal y lo realizaba el principal investigado a clientes conocidos y de más confianza.

Empleaban menores, encontrándose presentes durante las ventas

Las ventas en el interior del domicilio las llevaba a cabo el matrimonio, preparando las dosis y manipulando la droga en la presencia de sus hijos, menores de edad.

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