Como la inmensa mayoría de lectores de Digital Manacor ya conocen, múltiples casos de aún «presunta «corrupción (en España existe la presunción de inocencia) rodean al entorno cercano del presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez.

Casos que afectan a su ex-número 2 en el PSOE, y al mismo tiempo diputado y ministro, José Luis Ábalos; a su Fiscal General del Estado, que ha pasado de estar imputado a tener que ocupar un sitio en el banquillo de los acusados, por las evidencias encontradas por el Tribunal Supremo; a su hermano, David Sánchez Pérez-Castejón, que también tendrá que ocupar el banquillo de los acusados por que se habría adjudicado un puesto de alta dirección en la diputación extremeña sin un proceso de selección justo y trasparente y se le acusa por tráfico de influencias y prevaricación, banquillo de los acusados que compartirá con el líder del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, y otras nueve personas; a su mujer, Begoña Gómez Fernández, a la que se investiga también por tráfico de influencias y corrupción; el más reciente de la «fontanera» socialista Leire Díez, que al parecer trabajaba para intentar detener todas las anteriores investigaciones, y otras, que al parecer intentaba encontrar trapos sucios con los que «coaccionar» a jueces, policías y guardias civiles que investigarían casos de corrupción que afectan al PSOE.

Y, a pesar de que la corrupción es como un iceberg del que solo sale un pequeño trozo a la superficie y que, por tanto, hay mucha más superficie que permanece oculta, ayer se informaba que hoy la UCO (Unidad Central Operativa) de la Guardia Civil, iba a hacer público un informe de la UCO sobre el diputado y actual número dos del PSOE, Santos Cerdán, de casi 500 páginas, en el que se señala que podría haber gestionado comisiones en adjudicaciones de obras públicas en favor del exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García.

Esta tarde Santos Cerdán se veía obligado a dimitir y el presidente del gobierno comparecia ante los medios de comunicación:

Hemeroteca

Pedro Sánchez afirmando en una entrevista que Santos Cerdán era uno de sus mayores colaboradores desde hace bastantes años.

Cuesta creer que no supiera nada.

Cuando Pedro Sánchez exigía dimitir a Mariano Rajoy por los presuntos casos de corrupción que asediaban al Partido Popular, cosa que no ha hecho el actual presidente ahora.

Declaraciones de Zapatero, María Jesús Montero, Bolaños y otros altos cargos del PSOE declarando hace semanas que pondrían la mano en el fuego por Santos Cerdán y que todo era una cacería.

El informe de la UCO apunta a la financiación irregular del PSOE: «Te van a pedir el impuesto»

El análisis efectuado por los agentes de la Guardia Civil se detiene en distintos episodios. Todos ellos siembran la duda sobre la intervención de la formación en el reparto de las comisiones que canalizaba Santos.

Por ejemplo, en una de las conversaciones analizadas Koldo García avisa al director general de Carreteras de la etapa Ábalos, Javier Herrero, de que iban a contactarle desde la Gerencia del partido para pedirle «el impuesto».

También destaca la UCO que uno de los motivos de la destitución de Ábalos fue precisamente el hecho de que junto a Koldo «hubieran podido percibir ingresos por ayudar a otras empresas a espaldas del partido».

La UCO concluye que Sánchez estaba al tanto de toda la corrupción en el PSOE cuando prescindió de Ábalos

Las razones de la destitución siempre habían quedado en la sombra. Hasta ahora. Porque el informe de la UCO desliza que Pedro Sánchez podría tener conocimiento, en ese mismo momento, de los detalles de la corrupción que se cernía sobre José Luis Ábalos, en particular, y sobre el PSOE, en general: el supuesto cobro de mordidas, con Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán en la sala de máquinas, ya operaba a pleno rendimiento.

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