«Todo nuestro apoyo a los alumnos de La Salle y que sean muchos los que sigan su ejemplo. Viva la libertad y viva España», con estas palabras y mostrando la bandera española ha concluido Jorge Campos su enfrentamiento con la presidenta del ejecutivo balear, la socialista Francina Armengol.
El diputado portavoz de VOX ha preguntado en el Pleno de la Cámara autonómica de este martes a Armengol por la postura del Gobierno ante el caso de los chicos del colegio La Salle de Palma expulsados por mostrar la bandera de España.
Campos ha asegurado que «en democracia es inconcebible que la bandera de España, el símbolo de todos, constitucional, que está por encima de ideologías y partidos, pueda romper las normas de convivencia». Ha apelado a la Ley 39/1981 por la que se regula el uso de la bandera de España, y que obliga a que la bandera nacional se coloque en lugar preferente en el exterior y en el interior de los centros educativos. «Estos alumnos no han hecho otra cosa que cumplir con la ley que todos los centros educativos incumplen al igual que usted», ha apostillado.
Campos ha recordado su condición de ex alumno de La Salle: «esto hubiera sido impensable cuando yo estaba y es una demostración más de la degradación y decadencia de la educación en estos últimos 30 años. Porque lo de La Salle no es la excepción, ahora este adoctrinamiento separatista es la norma en la mayoría de los centros».
Francina Armengol miente
Por otra parte, Armengol ha mentido cuando ha acusado a VOX de no condenar las amenazas y señalamiento de la profesora de catalán de La Salle.
Hasta en tres ocasiones Jorge Campos lo ha hecho: el pasado domingo en declaraciones a medios tras la manifestación de la Plaza de Cort en Palma; el lunes en rueda de prensa en el Parlamento balear: y unos minutos antes en el propio Pleno dirigiéndose a la presidenta Armengol:
«No le permito que nos relacione con las amenazas que ha recibido esta profesora de catalán, amenazas que condenamos. No hay que amenazarla, hay que expulsarla. En cambio, usted no se ha solidarizado con los chicos, menores, con sus familias que están siendo objeto de todo tipo coacciones y amenazas, que no vienen de cuatro descerebrados como los que amenazan a la profesora, sino de la infame dirección del colegio, de su Gobierno y de sus terminales subvencionadas».