El Museo del Calzado y la Industria de Inca acoge el sábado la perfomance «THE SKIN» de la artista Leticia Maria. En esta obra, la artista explora la relación entre el cuerpo y el movimiento a través de elementos que sugieren un trabajo corporal y perceptivo, a través de la exposición temporal ‘Leather Factory Shop’.
La performance no sólo interactúa con los objetos expuestos, sino que también busca establecer un diálogo sensorial con el público, inmersos en una experiencia que fusiona lo táctil y lo visual.
La piel como metáfora central se convierte en un medio para investigar temas de identidad, domesticación y consumo.
El tema de la piel se aborda desde múltiples ángulos en «THE SKIN»
La performer explora tanto la piel humana como la de los animales, creando una simbiosis entre la percepción táctil de la caricia y la sensación de placer asociada a las mascotas y animales de compañía.
La domesticación se presenta no sólo en términos de relación hombre-animal, sino también en la domesticación del consumo.
La artista, en momentos de la performance, adopta la posición animal a cuatro patas, destacando el parecido entre la piel humana y el animal.
Esta metamorfosis física y simbólica permite reflexionar sobre la vulnerabilidad y conexión innata que tenemos con otras especies, y cómo estas relaciones se reflejan en nuestro trato hacia los animales y en el consumo de productos derivados de ellos.
Expansión industrial
Por otra parte, esta performance que se llevará a cabo el sábado en Inca también aborda la expansión industrial, desde el comercio familiar local hasta el internacional.
La máquina y el patrón representan la mecanización y el imperialismo que definen la producción en masa y su consumo.
Leticia Maria traza recorridos espaciales que evocan los repuntes y trazos de la industria, mostrando la piel como un mapa, una identidad y un territorio ocupado por la mano del hombre.
Este enfoque resalta cómo la industrialización no sólo transforma materias primas, sino que también redefine espacios y culturas. La piel, en ese contexto, se convierte en un símbolo de colonización y resistencia, narrando historias entre el micro y el macro.
La moda y el vestido
Por último, la moda y el vestido son examinados a través de la performance. El artista remite al primitivo del uso de pieles como vestimenta, resaltando la idea de la segunda piel y las múltiples capas que utilizamos como protección y expresión.
El consumo de moda se cuestiona mediante el despojo de las pieles y el manteo de la capa de torero, evocando las tradiciones y rituales asociados a la indumentaria.
Escenas inspiradas en el trabajo de Joseph Beuys y Marina Abramović emergen a lo largo de la performance, subrayando la conexión entre arte conceptual, arte sensorial y arte contemporáneo.