La Policía tuvo que dejarlos en libertad por que en Baleares no existe un centro de internamiento de extranjeros (CIE) a donde trasladarlos hasta que se les pueda expulsar.
Este fin de semana llegaron a las islas baleares 21 pateras con 322 personas: 175 en Mallorca; 128 en Formentera y 19 en Eivissa.
La Policía no tuvo más remedio que dejarlos en libertad a pesar de que entraron ilegalmente en nuestro país ya que en Baleares no existe un centro de internamiento de extranjeros (CIE) para retenerlos hasta que se ejecute su expulsión, ni el gobierno de la nación habilita medios económicos y humanos para poder trasladarlos a los centros ubicados en la península.
De hecho para poder alojar a todos los inmigrantes ilegales en las instalaciones de la Policía Nacional en Palma se les tuvo que hacer sitio trasladando a los delincuentes que se encontraban allí detenidos a las instalaciones de la policía local.
Una vez en libertad los inmigrantes ilegales reciben de las oenegés un billete a la península, ya sea o en barco hasta Valencia o en avión a cualquier otro punto de España, ropa y hasta dinero en efectivo. Pero no se sabe con certeza cuantos se quedan y cuantos se van.
Según declaraba Manuel Pavón, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Baleares a Libertad Digital, las islas Baleares se han convertido en una nueva vía de entrada de inmigración ilegal y, o se pone una solución, o terminaremos como Canarias«. Los datos hablan por sí solos: «En 2019, llegaron en torno a 500 inmigrantes. En 2020, esa cifra se triplicó hasta los 1500 y este año ya hemos superado ese récord y todavía quedan tres meses».
Los agentes están saturados y totalmente desbordados
La Policía Nacional en Baleares no es que tenga poco personal destinado a temas migratorios, como sucede en Canarias, sino que directamente no tiene. Así, además de tener que doblar turnos, los agentes se ven obligados a dejar de lado su trabajo habitual para atender este tipo de servicios.
«Los compañeros que están en los zetas o que están en un grupo de investigación, por ejemplo, tienen que dejar de hacer sus funciones, paralizarlas, y atender a estas personas, porque es un servicio prioritario y urgente, así que, en este sentido, casi estamos peor que Canarias», advierte Pavón.
Chechu Enrique, secretario regional del sindicato Jupol suscribe el diagnóstico: «A la llegada de tantos inmigrantes le tienes que añadir la problemática del día a día, los detenidos por robos o por otras cosas, así que estamos desbordados. Los compañeros están ya saturados. Esto es un desastre«.
Hay un déficit de centenares de agentes, entre Policía Nacional y Guardia Civil
En estos momentos haya más de 200 vacantes de Policía Nacional sin cubrir en Baleares, a las que habría que sumar otras 350 de Guardia Civil, según los sindicatos. Y eso aferrándonos a unos catálogos de puestos de trabajo que, tal y como denuncia el portavoz de Jupol en las islas, «están obsoletos, porque la población ha crecido».
«Llevamos años demandando que se actualicen, porque la realidad social de las Islas Baleares no es la misma hace 20 años que ahora», suscribe el secretario regional del SUP, que advierte de que «si se actualizará ese catálogo de puestos de trabajo, no serían 200 o 300, sino que serían 600 los compañeros que necesitaríamos en Baleares para dar un servicio adecuado».