Después de amenazar e insultar a los agentes de la Policía Local abandonó la zona tan tranquilamente, yéndose a un establecimiento cercano.

Según nos han comunicado vecinos de la zona que han sido testigos presenciales de los hechos, esta mañana un coche patrulla de la policía local ha acudido a la calle Nuño Sanz de la ciudad de Manacor ante el requerimiento de una vecina ya que un individuo estaba dentro de un vehículo, estacionado a la altura del número 13, perturbando la tranquilidad de esta mañana dominical.

Los agentes procedieron a la identificación del individuo y, ante la agresividad del mismo, requirieron refuerzos llegado a acudir hasta 4 vehículos más de la policía local a la zona. La persona identificada responde, al parecer, al nombre de Mohamed y usa muletas para caminar ya que le falta una de sus piernas, desde la altura de la rodilla hacia abajo.

Los agentes le confiscaron varias botellas de cristal de color verde que según los testigos presenciales eran de una conocida marca de cervezas mientras este individuo salía del vehículo, en dónde se encontraba sentado en el asiento del copiloto, y se dedicaba a destrozar los cristales de las ventanas del vehículo golpeándolos con sus muletas y a puñetazos mientras exclamaba que «Si yo no puedo estar dentro no estará nadie«.

Posteriormente y, tras haber amenazado e insultado a los agentes actuantes, abandonó la zona tan tranquilamente yéndose a un establecimiento cercano.

Este vehículo, como se puede observar en una de las fotografías que figuran a continuación, tiene un cepo colocado en la rueda delantera de la izquierda tras ser inmovilizado por la policía local y, según los vecinos, esta allí ubicado al menos desde principios de noviembre.

Como ya informabamos el pasado 21 de noviembre en este digital, el Ayuntamiento de Manacor sigue sin solucionar el problema de los coches abandonados a pesar de que en enero el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, anunciaba a bombo y platillo que había solucionado dicho problema.

Es obvio y evidente la peligrosidad que entraña el estado del vehículo, tanto para peatones como para vehículos que circulen por la calle y sorprende que el Ayuntamiento no haya procedido, al menos, a la limpieza de los cristales que están esparcidos por la vía.

Y, por si lo anterior fuese poco, también sorprende que alguna de las vallas que la misma polícia local colocó casi enfrente de dónde está ubicado este vehículo ante la caída de, al parecer, grandes piezas de la fachada de ese edificio ya se encuentren en el suelo y sin la cinta de precinto policial que debe evitar el paso de peatones por dicha zona de peligro.

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