• Los detenidos se dedicaban a distribuir grandes cantidades de productos a comercios y “manteros”
  • En el operativo anterior, primera fase, se incautaron más de dos toneladas de productos falsos que estaban preparados para su venta

Agentes de la Policía Nacional en Palma, procedieron a la detención de tres individuos, dos hombres de origen indostaní y una mujer de origen africano, como presuntos autores de un delito contra la propiedad industrial, por distribuir grandes cantidades de productos a comercios y “manteros”.

Agentes del Grupo de Blanqueo de la Policía Nacional han desarrollado la segunda fase de la operación policial en la que se intervinieron más de dos toneladas de productos falsos remitidos a través de una empresa de paquetería.

En una primera fase, de la que se informó a los medios de comunicación el pasado mes de agosto, las actuaciones se dirigieron contra comerciantes que adquirían directamente los productos para su venta en sus locales. En esta segunda fase los investigadores han logrado subir un peldaño en la estructura de distribución de material pirata deteniendo a tres grandes distribuidores de productos falsos.

Esto se considera por los investigadores una parte fundamental en la lucha contra este “mercado negro”, pues habitualmente las actuaciones policiales solamente alcanzan a los vendedores finales, bien “manteros”, bien pequeños comerciantes que complementan sus ingresos por venta de productos legales satisfaciendo el interés de los compradores tanto por los tradicionales complementos de marcas de lujo, como bolsos, zapatos o gafas de sol entre otros, como de productos de moda, por ejemplo equipamientos deportivos en este año de Eurocopa y Juegos Olímpicos.

Esos vendedores finales obtienen unos réditos muy modestos de su actividad, estando totalmente expuestos a ser detenidos por las fuerzas de seguridad tanto en la calle como en sus comercios. Los grandes beneficiarios de este mercado negro son los intermediarios, grandes importadores que abastecen a numerosos vendedores finales.

Tradicionalmente estos intermediarios disponían de almacenes clandestinos adonde acudían “manteros” y comerciantes a abastecerse.

Modus operandi más sofisticado en la distribución de grandes cantidades de productos falsificados a comercios y “manteros”

Esta nueva investigación policial viene a demostrar una creciente sofisticación por parte de estas organizaciones de redistribución de productos falsificados, pues ahora aprovechan los bajos costes y la agilidad de los servicios de paquetería para evitar tener que disponer de grandes espacios de almacenamiento.

Su nuevo proceder consiste en adquirir a un gran importador a nivel europeo los distintos tipos de productos que precisan para abastecer a los vendedores finales mediante pequeños encargos que les llegan por empresas de paquetería, y que despachan de manera inmediata a sus clientes.

Eso no solo reduce sus costes, pues les evita tener que sostener esos almacenes, sino que dificulta enormemente la actuación policial: las grandes operaciones policiales de los últimos años contra el peldaño superior de este mercando negro se centraron en localizar esos almacenes, registrarlos y detener a sus responsables.

Con esta nueva logística implementada, ahora los investigadores se ven obligados a rastrear, entre la inmensa masa de paquetes que llegan a diario a Mallorca, los que contienen material pirata.

Para dificultar más si cabe la acción de la Justicia, los detenidos en esta segunda fase han utilizado numerosas identidades, algunas de ellas falsas y otras correspondientes a menores de edad, y también han solicitado la entrega de los productos en varias direcciones distintas, repartiendo la recogida del material entre distintas localizaciones en varios términos municipales. De esa manera dificultan vincular los numerosos paquetes que recibe y distribuye cada uno de estos grupos delictivos solamente por los datos de reparto.

A pesar de estos obstáculos, los investigadores han logrado acreditar que la primera detenida en esta fase de la operación actuaba de manera conjunta con una detenida de la fase anterior, ambas de origen africano, para recoger paquetes remitidos a cuatro receptores distintos en otras tantas localizaciones repartidas entre Santanyí y Palma, para luego revender esos productos a “manteros”.

A su vez los otros dos detenidos, de origen indostaní, utilizaron varias identidades de personas residentes en su país de origen, que nunca estuvieron en Mallorca. Simulando ser los representantes de esas personas, recogían los paquetes en distintos “service points” (comercios tales como librerías o “minimarkets”, que ofrecen a sus clientes la recogida de paquetería como servicio auxiliar) en diversas localizaciones que iban desde S’Arenal hasta Can Picafort. Luego se desplazaban en vehículos alquilados de alta gama, que iban rotando para dificultar su identificación, a los numerosos comercios a los que proveían de material.

La operación sigue abierta, y se prevén nuevas detenciones en las próximas semanas.

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